Asi pues, si bien diferentes, un Merlot mezclado con las variedades autóctonas, un Cabernet Sauvignon y finalmente un Merlot solo, los 3 caldos nos ha gustado por igual. Tanto es así que la proporción elegida al final ha sido a partes iguales.

Después de la cata y pantagruélica picada (este año en vez de cocas ha sido un trampó de arengada, patés varios, aceitunas varias, pasta de sobrasada frita con miel... eXquisito!) Fuimos a Ullaró con la idea de comer, pero tuvimos que ir caminar un poco para digerir el aperitivo y hacer sitio para la carne a la brasa. Aprovechamos para ir a ver las Ufanas. El Borne de Palma en fiestas patronales no está tan lleno de gente como lo estaba el bosque que alberga el pintoresco fenómeno de la naturaleza.