Mar de delfines. Y vimos delfines. Eran cuatro. Tres jovenes o más pequeños que uno de ellos, que, o bien era muy viejo o tenia alguna afección pulmonar pues se le oía coger aire ostentosamente cada vez que salía a la superficie. Pescaban, y junto a ellos decenas de pardelas les seguían y se zambullian detrás de ellos. Les seguíamos, parabamos el motor cuando nos colocabamos donde esperabamos que salieran a coger aire, y al poco tiempo emergían a pocos metrros de nosotros. Estuvimos siguiendoles hasta cansarnos.