...Pasando previamente por Estocolmo. Breve aunque ajetreadísimo viaje. Menos días de lo habitual, con un pésimo comienzo, retraso de más de 24 horas de avión con lo que nos perdimos 1 de las dos fiestas de Birgitta, pero por lo menos pudimos ir a la grande. Tuvimos un poco de tiempo para hacer turismo por la capital de Suecia.
 De Estocolmo a Reykjavík y allí subirnos de inmediato a una autocaravana. Avituallarnos y empezar una vuelta en sentido contrario a las agujas del reloj a la isla de Islandia. No me extrañar que se hallan rodado tantas películas, ciertamente el paisaje es dramático. Cambiante y dramático. Tal vez la constante sea el agua, porque el paisaje volcánico a veces desaparece debajo del verdor del forraje o del musgo. Los campos infinitos de musgo parecen sacados de una película de ciencia ficción. Para nosotros fue la primera vez que hemos visto glaciares. Un sitio para volver con más tiempo...Si ganamos la lotería, claro.